Mensaje de Nuestra Señora, María Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo, Palabras
de Nuestra Señora
El ÚLTIMO TIEMPO
DE MENSAJES PARA LA HUMANIDAD
29 de
mayo de 2016 - Mes de María
Queridos hijos, hoy en el día del Señor, con mucho amor y
cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino
Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la
verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos, Mis pequeñitos hijos, Yo os agradezco desde el
fondo de Mi Inmaculado Corazón, los homenajes de este mes.
Traigo del Cielo muchas Gracias para todos vos,
especialmente para los niños que coronan Mis imágenes en este mes de mayo.
Yo siento que los niños están Coronándome a Mi misma,
porque ellos están tan felices, en el Cielo ellos recibirán la recompensa.
Estoy feliz también con los Sacerdotes que Me homenajean
durante las coronaciones en sus parroquias.
Dios os concederá muchos beneficios. El quiere que Yo sea
venerada, quiere que los hijos Me amen, pues Soy la Madre de toda la humanidad,
Soy vuestra Protectora. Dios Me envía siempre para traer a todos los beneficios
que El os concede todos los días. El hizo de Mí la Madre de Su Divino Hijo
Jesucristo y vuestra también. Gracias Mis hijos, El os recompensara en el
Cielo.
Mis hijos, todavía tenéis un pequeño tiempo para crecer
en amor, en la fidelidad a Dios. Es
necesario aumentar la fe, así podréis suavizar un poco vuestros sufrimientos.
No dejéis para la última hora, no será fácil, no será leve lo que tendréis que
pasar. Alegraos ahora por este resto de tiempo que tenéis y reconciliaos con
Dios.
La oración es el mejor remedio para cualquier enfermedad,
y prueba de fe, quien no reza va a sufrir más del que reza.
Cada día necesitáis de la Luz de Dios. Sólo El es la Luz
que no se apaga. El ilumina vuestros corazones. El es la Luz que mantiene
vuestras vidas de pie. El ilumina vuestras almas, instruye, cura y permanece
para siempre sobre toda la humanidad. Es la Luz que fecunda en vuestros
corazones. La Luz de Dios no es como el sol, el sol no es ni será más como es,
un día él se va a apagar no dará más la claridad del día a día.
Dios es Luz que nunca se apaga es eternamente Luz Divina.
Solamente no tendrá más Luz de Dios sobre aquellos que
merecieron el Infierno. Estos son los que no se convierten hasta en la hora de
la muerte. Ellos perderán la unión con Dios.
Los hijos que se convierten no perderán la Salvación.
Vos que estáis Acogiéndome no iréis para el Infierno,
dependiendo de vuestro esfuerzo para reparar vuestros pecados, podréis hasta
pasar largo tiempo en el Purgatorio pero después iréis para el Cielo.
Existen hijos que pisan en la Cruz de Jesucristo, estos
corren el gran peligro de merecer el Infierno.
Los hijos que están cambiando la manera de comportarse y
tienen la misma fe, saben que Yo estoy aquí en la tierra por Voluntad de Dios
Padre, para transmitir el mensaje de El.
El Mensaje de Dios es Palabra que os conduce a la
Felicidad Eterna.
Vos estáis mejorando, estáis escuchando con amor y
regresando para la realidad, abandonando la ilusión y creyendo que Jesucristo
es el Señor de la Vida, El es vuestro Salvador.
No estoy aquí sólo porque Soy vuestra Madre Celestial,
sino que estoy aquí en la tierra en este largo tiempo porque el Padre Me envió
a deciros que se conviertan con urgencia.
Soy la Sierva del Señor, hago lo que El Me ordena.
Quien escucha la orden de El vive lo que El enseña,
vivirá eternamente. El tiempo pasa pero no regresa, no para, Dios Me envió para
alertaros sobre el tiempo de ahora.
Este es el tiempo más grave de todos
los tiempos.
Fueron pocos los que Me acogieron. Ahora vendrá para
quien no quiso Acogerme, el arrepentimiento, veréis que no mejoraron. Para
muchos, dependiendo de la falta de respeto a Dios, el arrepentimiento será
tardío.
El pecador no debe dudar de Dios, debe Oírlo con amor y
respeto y también con mucha obediencia. Si los hijos piensan que para
obedecer a Dios tendrán que Verlo frente a frente, no recibirán la Gracias que
necesitan.
Para curar las heridas del alma, heridas que son vuestros
pecados y libraros de las guerras, de las enfermedades, del hambre, de la sed,
de las catástrofes y de las tragedias, vos necesitáis creer en Dios, creer que
El cura todo. Pero esta difícil para el mundo cultivar la fe, en este terreno
del corazón, él está seco, está como roca, sin amor, porque no obedece a los
Mandamientos de Dios. Es necesario encender, es necesario pedir la Luz del
Divino Espíritu Santo para fertilizar este suelo donde Dios sembró la semilla
para nacer la vida, el amor.
Pero quien no cree en Dios, si no se convierte ya es un
hombre muerto. Levantaos y decid:
“Divino Espíritu Santo, venid sobre mí,
quiero vivir en vuestra Luz, enciéndeme”
Mis hijos, la Santa Palabra de dios os lleva hoy a
reflexionar sobre la fe. Jesucristo dio al mundo ejemplos sobre la Providencia
Divina, hizo milagros durante Su peregrinación en la tierra. El vino a Salvar
al mundo pecador, dejar ejemplos que serán siempre recordados porque producen
la fe, producen esperanza y el mundo aprende a recurrir a El que vino a curar
la herida causada por el pecado del mundo. En aquel tiempo, había un centurión
que tenía mucha fe y viendo que su criado estaba para morir, y sabiendo que
Jesucristo estaba cerca, aun sin Conocerlo personalmente, tuvo fe que El podría
curar a su siervo. Siendo el centurión amigo de algunos ancianos de los judíos,
pidió a ellos que cuando estuviesen con Jesucristo, pidiesen a El por su criado
enfermo, que El viniese a curarlo. Los ancianos llevaron hasta Jesucristo el
pedido del centurión y le dieron a El, el testimonio sobre la cualidad de vida
del centurión, que hiciera para ellos una sinagoga y también lo consideraban
amigo de su nación. Jesucristo quedó conmovido con la fe del centurión y curó a
su siervo.
El centurión al ver que Jesucristo se aproximaba a su
casa, envió a El un aviso que demostraba ser un hombre humilde y simple. El
centurión pidió a El que no necesitaba llegar hasta su casa, pues se
consideraba indigno de recibirlo por esto envió su pedido a través de sus
amigos, los ancianos.
El dijo: “Señor no te molestes tanto así, porque no
soy digno que entres en mi casa; por eso ni me creo digno de llegar hasta a ti,
pero di solamente una palabra y mi criado será curado.” (Lc.7, 6-7)
Mis hijos, mirad y veáis cómo estáis distantes de Dios y
no queriendo modificar vuestro pensamiento, vos no estáis valorando los
mensajes que Yo traigo al mundo.
Vos no estáis preocupándoos con el estado de vuestras
almas.
El hombre necesita pensar que un día tendrá que rendir
cuentas a Dios de todo lo que hizo en el mundo, si hizo bien o si hizo mal.
Quien hizo mal necesita reparar, para no merecer el
Infierno.
Nadie vence sin arrepentirse de los errores y sin pedir
el perdón a Dios. Sin el perdón nadie será feliz, es necesario parar de pecar,
pedir a Dios el perdón y reparar lo que hizo errado.
Es esto lo que vengo a revelaros hoy para vuestra
conversión.
Rezad, rezad, rezad por los dos Santos Padres los Papas,
Benedicto XVI y Francisco, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas,
por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos, seáis perseverantes en
vuestra ayuda, Dios os recompensara en el Cielo.
Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, unión
y oración, debéis ayudar en la mejora de unos a los otros, todos necesitan
mejorar. Debéis dar vuestras manos unos a otros, para que la alegría sea para
todos, especialmente luchar por la parte que todavía no cree en Dios. Ella
necesita vencer los obstáculos que están en el camino del despertar para la
Verdad.
El tiempo de ahora queda más corto, vos necesitáis renovar
vuestra fe y pedir ayuda a Dios.
Muchos hijos que Me escuchaban se enfriaron en la fe y
ahora sentirán el resultado desagradable, la perdida de fe que tuvieron
fácilmente. Echaron al suelo lo poco que estaban cuidando del alma. Es
necesario recomenzar antes que sea tarde.
Ayudéis a los Santos Padres los Papas en esta hora, es
necesario buscar a las ovejas que están distantes. El peligro se aproxima.
Todo lo que es falso caerá, solamente la verdad
prevalecerá para siempre.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños, brasileños, vos que tenéis fe y que
agradecéis a Dios por la Madre que El os dio, confiéis que esta Madre os ama
mucho y lucha cada día más por vuestra felicidad.
Rezad, rezad, rezad, esta próxima la
gran tribulación para vuestra patria. Aseguraos en las Manos de Dios.
Todas las naciones, también os pido la misma cosa. Mi
amor es por todos igual, quiero que todas las naciones sean felices
eternamente. Todos son Mis hijos.
Rezad, rezad, rezad. No es bueno el tiempo que se
aproxima.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del
Divino Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Debéis reflexionar sobre el Santo Evangelio de hoy: Lucas
7,1-10
1ª lectura: 1 Reyes 8,41-43 - 2ª lectura: Gálatas 1,1-2.6-10
Mensaje de Nuestra Señora, María Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo, Palabras
de Nuestra Señora
El ÚLTIMO TIEMPO
DE MENSAJES PARA LA HUMANIDAD
22 de
mayo de 2016 – Fiesta de la Santísima Trinidad
Queridos hijos, hoy en el día del Señor, con mucho amor y
cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino
Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la
verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos, hoy en este día tan especial dedicado a la
Santísima Trinidad, vos sois invitados a
crecer más en la fe para el alivio de vuestras culpas, el pecado de cada
día en que estáis sobre la tierra.
Si no cultiváis el bien, no habrá crecimiento, no tendréis éxito de ver la Gracia de
Dios en vuestras vidas.
Sin fe sois ciegos, porque la Gracia de Dios está sobre
todos, pero por causa de vuestra ceguera no sabéis Agradecerle y acabáis
Ofendiéndolo. El os enseña cada día mas y vos no valoráis las Enseñanzas de El, esto es la causa de vuestros
sufrimientos.
La vida del pecador está llena de manchas. El pecador
vive en la desobediencia a Dios, no tiene amor a Dios y ni a la familia, está
siempre pisando en la Gracia que recibe, la mayoría actúa así.
Son pocos los que procuran valorar la vida recibida de
Dios, la mayor parte en el mundo no quiere ser gobernada por El.
Por esto todos los días Yo vengo al mundo para traer la
Gracia de la ayuda para todos, pero son pocos os que Me acogen.
Estoy en la tierra, hablando a varios mensajeros
escogidos por Dios para sembrar los mensajes que El os envía a fin de que todos
los pueblos mejoren, cultiven la fe.
La mayor parte peca, cuando Me desprecian y desprecian a
los mensajeros, todos los que hablan sobre los Avisos de Dios. Pisan,
critican, no valoran las ofertas que
Dios hace al mundo.
Pero, Dios es misericordioso, da Consejos todos los días,
aunque los hijos no estén acogiéndolos por ahora, los Consejos están sobre el
mundo.
Viene llegando el tiempo en que los que se hacen los
sordos van a llorar mucho, mucho más de lo que pueden imaginar. Después no será
fácil para nadie. Imaginéis cómo será para quien pisa en la Gracia de Dios. Hasta
para quien tienen muy poca fe.
Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os lleva hoy a
reflexionar sobre la mayor Riqueza que existe eternamente, es la Santísima
Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Cada momento en vuestras vidas, tenemos la asistencia de
Dios.
Muchas veces el hombre quiere comprender, pero no se
esfuerza y no aprende a cultivar la semilla del bien, aun sabiendo que sólo
podrá ser feliz si sabe valorar el Amor de Dios.
Mis hijos, renovéis vuestra esperanza, todavía es tiempo
de renovar, de comenzar nuevamente a cuidar de vuestras almas.
Hoy sois
invitados a abrir vuestros corazones con alegría, para conmemorar este gran
día, cuando Dios Padre envía sobre vos, a través de su Poder
Omnipotente, el Hijo es el Divino Espíritu Santo para hacer de vos personas
puras y santas. Dios Padre os dio a Su propio Hijo Jesucristo para Salvaros y
os dio al Divino Espíritu Santo uniéndoos a El como hijos por el Bautismo.
De los Tres, Padre, Hijo y Espíritu Santo, vienen sobre
vos la Luz, la Paz y la esperanza, la Salvación, la Vida eterna para todos los
que se convierten al cristianismo.
Para quien cree en el Padre, en le Hijo y en el Divino
Espíritu Santo, la vida es eterna, esos pasaran por la muerte par ano pecar más
y se levantaran para continuar la vida, serán santos, nunca más cometerán
pecado. Estarán libres de toda desobediencia a Dios, tendrán la verdadera vida
en Dios. No existirá más guerra, ni hambre, ni sed, ni enfermedades ninguna,
todos tendrán alegría, tendrán la Paz y la Felicidad Eterna. Así será la
continuación de la vida después de la muerte. Pero los que no se convirtieron
hasta en la hora de la muerte, estos irán para el Infierno.
El mundo hoy es un mundo todavía de poca esperanza,
porque es necesario renunciar a muchas cosas y para conseguir es necesario
humildad, respeto a la vida y agradecimiento.
Quien merece e Infierno ya sale de la tierra condenado,
no tiene alegría ninguna después de la muerte, sólo castigo. Peor el cuerpo
sólo va para el Infierno en el último día, cuando Jesucristo regrese al mundo
visiblemente como está escrito en la Sagrada Escritura.
El cuerpo de quien se convierte ira para el Cielo y del
que no se convierte ira para el Infierno en el último día sobre la tierra.
En el tiempo eterno no existe guerras, ni hambre, ni
enfermedades, ni sed, solamente exite alegría y felicidad.
Serán lanzados al Infierno los que no se convirtieron.
Esto nunca pasara por cambios es el merecimiento eterno.
Dios os da Sabiduría, Ella contienen todo lo que vos
necesitáis para conocer porqué fuisteis llamados a la existencia.
En breve el Divino Espíritu Santo
vendrá para purificar a los hijos de Dios y confirmar el merecimiento del
Paraíso.
Veáis Mis hijos, cómo es importante vuestro esfuerzo para
mejorar vuestra vida.
Debéis agradecer a Dios por la Sabiduría que El os da,
agradecer por todos los Dones.
Jesucristo dejó bien claro que todo lo que El os da, El
recibe del Padre. Estéis atentos y agradeced, cuidéis para no pisar en las
Gracias que recibís todos los días de vuestras vidas.
El prometió enviar al Divino Espíritu Santo sobre Sus
apóstoles y Lo envió. El enviara también sobre vosotros.
Vos estáis
siendo también avisados sobre los acontecimientos futuros, ahora es sólo
confiar en la Ayuda de El. El es el Padre
es el Espíritu Santo, son un solo Dios, actúan juntos, dan el mismo Amor, la
misma Sabiduría y todo de bueno para todos los hijos, la Santísima Trinidad.
Es esto lo que vengo a revelaros hoy para vuestra
conversión.
Ahora agradezco los homenajes de los niños y de todos,
estoy feliz en poder coger estar alegrías dedicadas a Mi, pido a Dios que
proteja a todos vos, niños y adultos.
Soy feliz por los hijos que dios Me dio.
Rezad, rezad, rezad por los dos Santos Padres los Papas,
Benedicto XVI y Francisco, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas,
por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos, llego el momento en que
ellos comenzaran a regresar para la Verdad, entonces comprenderán que la Sabiduría
viene de Dios, no de la criatura, El os da para que escuchando y viviendo
Su Palabra sepáis reflexionar sobre vuestra existencia.
Dios recompensa a quien reza por la conversión de todos.
Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo. El es
Dios os da al Espíritu Santo, os da de comer de Su Carne y de beber de Su
Sangre para permanecer en El para siempre. El es Luz que nos e apaga e ilumina
vuestra vida. Todos deben trabajar en la construcción del nuevo mundo en unión
con los dos Santos Padres los Papas buscando a las ovejas dispersas. La Casa de
Padre es la Santa Iglesia en la tierra, después en el Cielo. Cuando venga en
Divino Espíritu Santo no habrá más división.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños,
aumentéis vuestras oraciones, soportéis vuestros sufrimientos, sin desespero,
sin guerras, Dios os dará cada día mayor fuerza para vuestra victoria. Todo
lo que está podrido caerá y sólo permanecerá la Verdad.
Todas las naciones, haced lo mismo, un solo pueblo unido
y Dios sobre vos conduciéndoos en este momento en que cosas terribles
acontecerán, porque le hombre está muy distante de Dos.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del
Divino Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Debéis reflexionar sobre el Santo Evangelio de hoy: Juan 16,12-15
1ª lectura: Proverbios 8,22-31 - 2ª lectura: Romanos 5,1-5